Tal vez te estés preguntando si comprar una casa es la decisión correcta para ti. Tener dudas es normal, sobre todo tratándose de una decisión que implica una fuerte inversión y que condicionará tus finanzas por varios años.
Y aunque el proceso de comprar un inmueble puede ser intimidante, ser propietario de tu hogar es una de las grandes satisfacciones que puedes tener, por eso te compartimos algunas buenas razones para dar el paso al mundo de los bienes raíces:
- Dinero gastado en renta es dinero que no vuelves a ver. Pero al pagar una hipoteca estás construyendo tu patrimonio, una inversión que te traerá beneficios a mediano y largo plazo.
- Alquilar es una ruleta rusa: la renta puede subir cada año mientras que una hipoteca se mantendrá estable durante toda la vida de tu crédito si eliges una tasa fija. Además, los caseros pueden decidir vender la propiedad o simplemente no renovar el contrato. También hay que tomar en cuenta que el mantenimiento y las reparaciones dependen de la decisión del dueño y en ocasiones es complicado llegar a un acuerdo que convenga a ambas partes.
- En cambio, cuando eres propietario del inmueble tienes total libertad para decorar a tu gusto, hacer las remodelaciones que necesites y que se ajusten a tus gusto y modo de vida. Olvídate de las restricciones impuestas por el casero: podrás pintar las paredes del color que quieras, convertir ese rincón abandonado en un minibar o aprovechar el espacio exterior como mejor te convenga.
- Lograrás estabilidad al poder permanecer en el vecindario durante un tiempo significativo, lo que te ayudará a construir relaciones en tu comunidad, algo especialmente importante para los niños pues podrán afianzar sus amistades.
- ¿Y tu mascota? Como propietario tendrás total libertad para tener mascotas y consentirlas tanto como sea posible.
- El pago de la hipoteca puede parecerte un gasto, pero en realidad es una especie de plan de ahorro con el que estás acumulando capital y construyendo tu patrimonio. Ser propietario te dará a ti y a tu familia una sensación de seguridad y estabilidad.
- Además, en tu declaración anual de impuestos puedes deducir los intereses que pagas por el crédito hipotecario. Este beneficio aplica tanto para los créditos bancarios como para los otorgados por instituciones como el Infonavit y el Fovissste.
- Ser propietario te dará paz mental, olvidándote de tener que lidiar con las sorpresas que tu casero puede darte, como cambios en las condiciones del arrendamiento, incrementos anuales a la renta, la finalización abrupta de tu contrato o incluso, que el inmueble cambie de dueño.
- También podrás tener un mayor control de los gastos relacionados con la casa, comenzando por el hecho de que la mensualidad de tu hipoteca no cambiará. Además, puedes hacer las mejoras necesarias para garantizar una eficiencia energética de la casa cambiando la instalación eléctrica, eligiendo los electrodomésticos idóneos o instalando aislamientos para controlar mejor el clima en el interior.
- El mayor beneficio de comprar una casa es que cuando hayas terminado de liquidar tu crédito, ya no tendrás que preocuparte por destinar una significativa parte de tus ingresos al pago de vivienda. Esta suma podrás dedicarla al ahorro o inversión o aumentar tu presupuesto de gastos mensuales. Todo ello te dará mayor tranquilidad cuando llegue el momento de tu retiro.
- Finalmente, un dato que no debes pasar por alto: el valor de los bienes inmuebles se mantiene o mejor aún, se incrementa a lo largo del tiempo. Si compras una casa estás haciendo una inversión a largo plazo de manera segura.
Ser propietario de un inmueble conlleva responsabilidades por lo que antes de dar el paso, debes estar seguro de que es tu momento de comprar, pero como puedes ver, también tiene una gran cantidad de beneficios. Y aunque los bienes raíces no son la única forma de invertir, es una de las más gratificantes para la mayoría de las personas.