Llega el día que el refrigerador ya no funciona o la batería del auto deja de cargar. O tienes un accidente vehicular y debes pagar el deducible. Quizá se presente una emergencia médica o lo peor, te quedas sin trabajo…
Aunque la mayor parte del tiempo preferimos no pensar en las cosas malas que pueden suceder, es preferible estar preparado para enfrentar de la mejor manera posible este tipo de eventualidades y evitar que se conviertan en grandes catástrofes que acabarán con nuestra tranquilidad y salud financiera.
La clave para estar preparados es crear un fondo de emergencias. Si todavía no lo tienes, tranquilo, nunca es tarde para comenzar.
Un fondo de emergencias es un ahorro de dinero que se destina específicamente para hacer frente a situaciones inesperadas y urgentes, como pueden ser gastos médicos imprevistos, reparaciones del hogar, accidentes, desempleo, entre otros.
La idea es que el dinero esté disponible de forma inmediata para cubrir los gastos sin necesidad de incurrir en deudas o tener que vender nuestras pertenencias para hacer frente a una emergencia concreta.
Es importante recordar que el fondo de emergencias no es lo mismo que el ahorro de largo plazo o para objetivos específicos como la compra de una casa o tu viaje soñado. Este ahorro debe ser un fondo accesible en todo momento y generalmente se recomienda que tenga una cantidad que pueda cubrir entre tres y seis meses de tus gastos esenciales.
Y ya que a la mayoría de las personas nos cuesta un poco tomar la decisión de ahorrar, hemos preparado esta lista de consejos que te ayudarán a comenzar tu fondo de emergencias:
- Lo primero que debes hacer es un presupuesto detallado de tus gastos mensuales, incluyendo los gastos fijos y variables. Identifica cuáles son los gastos necesarios y cuáles son los gastos prescindibles.
- Establece una cantidad meta para el fondo de emergencias, esto te ayudará a tener una idea clara de cuánto dinero necesitas ahorrar. Se recomienda tener suficiente dinero para cubrir de tres a seis meses de gastos básicos.
- Ahorra regularmente para el fondo de emergencias. Puedes establecer un monto fijo o un porcentaje de tus ingresos para ahorrar cada mes.
- Busca alternativas para hacer que tu dinero crezca, como una cuenta de ahorros con una tasa de interés favorable. Elige una opción que no tenga penalidades por retiros, ya que necesitarás tener acceso inmediato y sin contratiempos al dinero en caso de una emergencia.
- No toques el fondo de emergencias a menos que sea una EMERGENCIA. Evita usarlo para pagar gastos innecesarios o para hacer compras impulsivas. Recuerda que el dinero de este fondo es exclusivamente para eventualidades.
- Revisa regularmente tus gastos y los ahorros para el fondo y haz ajustes en caso de ser necesario para asegurarte de alcanzar la meta de ahorro y tener acceso al dinero en caso de necesidad.
Tener un fondo de emergencias te permitirá estar preparado para cualquier imprevisto y evitar que una urgencia financiera se convierta en una crisis mayor. Es una forma de proteger tus finanzas y tener una mayor tranquilidad en caso de cualquier eventualidad.
