Casi todas las casas tienen esos rincones de formas extrañas, lugares incómodos y espacios muertos en los que no cabe ningún mueble normal. Son fáciles de ignorar y pueden ser difíciles de incorporar al diseño y funcionalidad de una vivienda. Pero algunos de esos recovecos poco utilizados pueden convertirse en los lugares más útiles.
Hoy te presentamos algunas ideas para convertir lo que parece un espacio desperdiciado o un rincón polvoriento en tu lugar favorito.
Debajo de la escalera. El espacio debajo de las escaleras generalmente se ignora o incluso se clausura. Sin embargo, son valiosos metros cuadrados que puedes utilizar no solo como lugar de almacenamiento (probablemente el más común de los usos) sino también en un espacio de diversión para los niños. Crea un área de juegos o una pequeña biblioteca con cojines o alfombra, de modo que los pequeños se sientan cómodos y puedan convertir ese rincón en un refugio especial. Y si no hay niños en casa ¿qué tal una cava? Sin duda es un espacio perfecto para ello.
Sobre las puertas. Un lugar en el que nunca pensamos, pero que nos puede dar espacio de almacenamiento. Colocando estanterías simples, encontrarás un buen lugar para guardar libros, poner fotos o mostrar artículos de decoración que no han encontrado un espacio adecuado.
Rincones. Dependiendo del tamaño, un rincón nos ofrece excelentes oportunidades para ser creativos y darle funcionalidad y belleza al espacio, desde una pequeña sala de estar hasta un lugar de almacenamiento; o bien, piensa en crear un bar, un rincón de lectura, una mesa de trabajo, un área de meditación... Las posibilidades son muchas.
Habitación extra. ¿Tienes una habitación adicional y no te decides en qué ocuparla? La mejor opción es darle múltiples funciones y diseñarla para que se adapte a necesidades cambiantes. Planea el cuarto de invitados de tal manera que puedas utilizarlo como oficina, sala de ejercicios o de entretenimiento cuando no tienes visitas, que suele ser la mayor parte del tiempo.
Debajo de la cama. Este espacio generalmente se queda vacío o peor aún, se utiliza como almacén, pero sin orden alguno, acumulando cajas u objetos que no sabemos dónde meter. Lo ideal es convertirlo en un área de almacenamiento bien planeada, con estantes que puedas sacar fácilmente y que te permitan mantener organizado el lugar.
Clósets. Seguramente nunca has pensado que tu armario es un espacio mal utilizado, pero lo es, especialmente si no lo mantienes organizado. Analiza el espacio de los clósets que hay en tu casa, revisa lo que contienen y deshazte de lo que no haga falta. Agrega estantes u organizadores que le den mayor funcionalidad y permitan mejorar ese espacio de almacenamiento.
El vestíbulo. ¿Tu casa tiene un vestíbulo y no sabes qué hacer con él? Si no le pones atención, puede convertirse en un espacio desordenado repleto de bolsas, mochilas, chamarras, zapatos y todo aquello que traemos en las manos cuando llegamos a casa. Si tienes un área que aprovechar en la entrada, puedes colocar percheros o estantes que permita colocar de forma ordenada todo aquello que seguramente dejaremos ahí.
Un consejo final…
La mejor manera de transformar cualquier espacio poco utilizado es identificar lo que te hace falta. Si cuando tienes que trabajar desde casa utilizas el comedor o la habitación, entonces necesitas un área de oficina; y si intentas leer en la sala, pero te distrae la televisión o el ruido de la casa, lo que requieres una sala de lectura. Identificando qué es lo que te hace falta, podrás encontrar la manera de aprovechar ese rincón que hasta ahora solo sirve para acumular polvo.