Cuando ocurren daños en una vivienda en alquiler puede ser complicado determinar quién es responsable de pagar qué. Las reparaciones de una casa no suelen ser precisamente baratas, por eso es importante tener claro cuáles son las responsabilidades del inquilino y cuáles las del propietario.
Si eres el dueño de la casa en la que vives, eres responsable de cualquier daño que ocurra, sin importar el costo. Sin embargo, en las propiedades de alquiler las cosas no son tan simples: en ocasiones, los dueños son responsables de las reparaciones; otras veces, la responsabilidad recae sobre el arrendatario. Ya sea como inquilino o propietario, la mejor manera de evitar disputas es comprender tus derechos y obligaciones.
Lo que paga el propietario del inmueble
En términos generales, cuando los daños afectan la habitabilidad de una vivienda, es responsabilidad del propietario realizar las reparaciones sin costo para el inquilino. Como arrendador el mantenimiento básico que debes hacer está relacionado con plomería, conexiones eléctricas, grietas en pisos o paredes, impermeabilizaciones, pintura exterior, daños estructurales y sistema de calefacción.
Los propietarios también son responsables de reparar los artículos o electrodomésticos dañados que se encuentran en el contrato de arrendamiento, hablamos de cosas como refrigerador, lavavajillas, estufas o lavadoras.
Cuando se trata de reparaciones mayores -por ejemplo, si se requiere un cambio de tuberías, instalación eléctrica, calentador de agua o la bomba del aljibe- los gastos correrán también por cuenta del propietario, ya que se tratan de desperfectos que ocurren por el desgaste normal a lo largo del tiempo de vida del inmueble.
Eso sí: el inquilino está obligado a notificar al propietario de los desperfectos para que éste pueda realizar las reparaciones pertinentes. En caso de que no se avise y el inmueble se sigue deteriorando, el arrendatario se vuelve responsable de las reparaciones por la omitir informar a su casero.
Lo que paga el arrendatario
Los inquilinos suelen ser responsables de los pequeños inconvenientes y daños provocados por ellos mismos además de las modificaciones al inmueble que se realizan por gusto y decisión del arrendatario.
Las reparaciones comunes que los inquilinos deben pagar incluyen:
- Daños causados ??por una mascota, como persianas masticadas, alfombras sucias, deterioro del jardín.
- Cualquier desperfecto causado por el inquilino o sus invitados, como son vidrios rotos y daños en paredes o puertas.
- Pintar o tapizar paredes.
- Cambiar cortinas o instalar persianas
- Manchas u olores provocados por fumar
- Problemas que no se hayan notificado a tiempo al propietario
- Daños al mobiliario de una vivienda que se renta amueblada
Es importante recordar que los inquilinos siempre deben consultar con los propietarios antes de realizar una reparación ellos mismos, a menos que sea un problema menor como reemplazar un vidrio roto. Si un inquilino realiza una reparación o modificación no autorizada, tendrá que remediar la situación antes de entregar la casa.
Para evitar malos entendidos y disputas, lo más recomendable es incluir en el contrato de renta la división de responsabilidades del mantenimiento y reparación del inmueble. De esta manera se logrará una mejor relación entre arrendador y arrendatario.