“Ahorrar”, uno de los propósitos que suelen encabezar las listas de Año Nuevo. Es natural que con el inicio de un nuevo ciclo nos inspiremos para hacer algunos cambios en nuestra vida y el dinero siempre está incluido de algún modo. Pero conforme avanzan las semanas, vamos perdiendo ímpetu y las buenas intenciones terminan olvidadas.
¿Cómo evitar que esa magnífica intención de ahorrar naufrague como otras metas populares y pocas veces alcanzadas (el gimnasio, la alimentación sana, leer más, ver menos TikToks)? La respuesta es crear un plan de ahorro.
Ahorrar no es guardar la cantidad de dinero que nos quede disponible al final de mes. Ahorrar requiere un compromiso para reservar una cantidad fija periódicamente y saber qué hacer con eso.
Es natural que nos resistamos un poco al ahorro, estamos acostumbrados a la gratificación instantánea y si tenemos un sobrante en los ingresos del mes, tenemos la tentación de gastarlo en algo que nos haga feliz rápidamente. Pero hay que recordar que el ahorro es en realidad un regalo a futuro para nosotros mismos.
Beneficios de ahorrar:
- Hacer frente a gastos extraordinarios
- Adquirir bienes necesarios pero costosos
- Llevar a cabo planes como viajar o comprar una vivienda
- Invertir
- Tener una protección en caso de que tus ingresos disminuyan
- Lograr una buena salud y reputación financieras
- Prepararse para el retiro
Lo ideal es crear el hábito de ahorro desde el inicio de nuestra vida laboral; incluso, muchos padres lo inculcan a sus hijos desde pequeños, pero no te desanimes, nunca es tarde para comenzar.
Cómo iniciar un plan de ahorro
Las claves para crear un plan de ahorro exitoso son tener una meta clara y ser organizado, realista y constante. ¿Pero por dónde iniciar?
Define tus objetivos. Es fácil gastar tus ahorros cuando no tienes un objetivo medible, por eso es importante que definas para qué quieres ese guardadito y cuándo esperas alcanzar la meta. Ya sea que estés ahorrando para tomar unas vacaciones, comprar electrodomésticos, cambiar de automóvil, completar el enganche para adquirir una casa, tener un fondo para emergencias o preparar tu retiro, definir los objetivos que ayudará a mantener la constancia en tu ahorro, pues saber que hay una recompensa que tarde o temprano conseguirás te motivará a cumplir.
Analiza tus finanzas. Para que el plan de ahorros sea realista es necesario tener control sobre nuestros ingresos y egresos. Para ello es necesario hacer un presupuesto eficiente que nos permita conocer el panorama completo de lo que ganamos y lo que gastamos. Acá te platicamos cómo hacer un presupuesto. Conocer el estado de nuestras finanzas es esencial para poder establecer una cantidad realista destinada al ahorro. Tradicionalmente los expertos nos recomiendan dividir los ingresos en una proporción 50 % - 30 % - 20 % (gastos imprescindibles, gastos prescindibles y ahorro, respectivamente). Si crees que es imposible destinar 20% de tus ingresos al ahorro, toca revisar tu lista de gastos discrecionales y comienza a recortar aquello que no es esencial. Si después de esta revisión crees que de momento es imposible destinar el 20%, elige una cantidad más adecuada, lo importante es que inicies ya tu fondo de ahorro.
Organización. Además de determinar la cantidad que destinarás a tu ahorro, también debes establecer la periodicidad. La mayoría de las personas dejamos el ahorro en el último lugar cuando se trata de repartir nuestro dinero, pero muchos expertos en finanzas personales recomiendan ponerlo en primer lugar, de modo que este pago a ti mismo nunca quede sin completarse. Muchas instituciones bancarias ofrecen a sus usuarios alternativas para programar la transferencia de su ahorro a un apartado especial de su cuenta, de este modo garantizas que cada mes tu fondo reciba la cantidad destinada.
¿Qué hacer con lo ahorrado? La respuesta más simple es mantener tu ahorro en una cuenta bancaria; sin embargo, no te generará un rendimiento importante y fácilmente puedes acceder a tu dinero y gastarlo en bagatelas. Por esa razón, los expertos recomiendan hacer una inversión. La palabra puede asustarnos, pero si encontramos a una persona que nos asesore sobre las mejores alternativas para nuestra situación, estaremos dando un paso más allá para garantizar que nuestros objetivos de ahorro, especialmente a largo plazo, se vean mejor recompensados. Un dato importante: no es necesario contar con grandes sumas de dinero para comenzar a invertir, pues hay productos financieros que están al alcance de la mayoría.
Recuerda que un plan de ahorro requiere objetivos, planificación y constancia. Empieza de inmediato, no esperes a terminar de pagar tus deudas o mejorar tus ingresos. Busca la manera de recortar gastos no esenciales para comenzar a tu plan de ahorro, en el futuro lo agradecerás.