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01
May

Protege tu dinero: Descubre cómo funciona el depósito de garantía de una propiedad en alquiler

Cuando estás buscando alquilar un inmueble sabes que además de estar preparado para cubrir la primera renta mensual debes realizar el pago del “depósito”, una cantidad que muchas veces damos por hecho que es “dinero perdido”. Sin embargo, esto no es así y aquí te explicamos cómo funciona.

Empecemos por lo básico: ¿qué es el depósito de garantía de una propiedad en alquiler?

Se trata de una cantidad de dinero que el inquilino entrega al propietario o al administrador del inmueble al inicio del contrato de alquiler. Este depósito sirve para garantizar que el inquilino cumplirá con los términos del contrato y cubrirá cualquier daño que se produzca en la propiedad durante su estancia.

El depósito de garantía de un inmueble en renta por lo general equivale a uno o dos meses de alquiler; sin embargo, puede variar dependiendo de la política del propietario o administrador.

Tanto el monto como los términos del uso del depósito de garantía deben estar establecidos en el contrato, de este modo ambas partes tendrán claras las condiciones que deben cumplirse para el regreso del depósito o para que el propietario pueda hacer uso de esa cantidad.

Es importante hacer notar que el depósito de garantía no le pertenece al propietario del inmueble, por lo que, en estricto término, debería estar depositado en una cuenta bancaria designada específicamente para ello. Esta cantidad no debe ser utilizada para ningún otro propósito que no sea la garantía de la propiedad de alquiler. Sin embargo, es algo que rara vez se pone en práctica y es complicado de verificar cuando se trata de trato directo entre particulares.

¿Qué pasa con el depósito al terminar el contrato?

Al final del contrato de alquiler, si el inquilino ha cumplido con los términos del mismo, el propietario o administrador debe devolver el depósito de garantía al inquilino dentro del plazo establecido por la ley.

Si hay daños en el inmueble, el propietario o administrador tiene derecho a utilizar una parte o la totalidad del depósito de garantía para cubrir el costo de reparación de los daños. Es importante destacar que cualquier deducción del depósito de garantía debe ser justificada.

El propietario o administrador puede hacer uso del depósito de garantía en los siguientes casos:

  1. Para cubrir los daños causados por el inquilino o sus invitados a la propiedad durante su estancia en ella. Los daños deben ser mayores al desgaste natural y normal del inmueble y nos referimos a problemas como:
    • Desperfectos en las paredes, techos, pisos o ventanas causados por el inquilino o sus invitados.
    • Daños a electrodomésticos o muebles proporcionados por el propietario.
    • Pérdida o rotura de llaves, mandos a distancia, etc.
    • Averías en la plomería, tuberías o instalaciones eléctricas causados por el inquilino o sus invitados.
    • Gastos adicionales de limpieza y reparación causados por un mantenimiento inadecuado por parte del inquilino.
  2. Para cubrir los pagos pendientes de renta o servicios que no hayan sido liquidados por el inquilino.
  3. En caso de que el inquilino no desocupe la propiedad al finalizar el contrato de arrendamiento y no exista un acuerdo para prolongar la estancia.

En caso de que se retenga una parte del depósito de garantía, el propietario o administrador debe proporcionar al inquilino un informe detallado por escrito de los costos de las reparaciones o del incumplimiento del contrato que justifiquen dicha retención.

En México, la Ley de Arrendamientos Inmobiliarios establece que el propietario o administrador tiene un plazo de 30 días hábiles a partir de la fecha de finalización del contrato para devolver el depósito de garantía al inquilino.

Si el encargado no devuelve el depósito de garantía dentro del plazo establecido por la ley o si deduce una cantidad no justificada, el inquilino puede recurrir a la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) o a un abogado especializado para buscar una solución al conflicto.