Rentar tu casa es una manera de obtener ingresos extra, pero puede convertirse en un dolor de cabeza si no tomas en cuenta ciertos aspectos prácticos. Para que no te pase esto, te compartimos algunos consejos para alquilar un inmueble.
Monto de la renta
El monto de la renta de un inmueble normalmente se calcula de forma subjetiva, sin fundamentos reales sobre el precio que estamos fijando. Muchas veces los propietarios se dejan llevar por lo que ellos creen que vale su propiedad o cuánto desean obtener mensualmente de ella.
Para fijar una renta realista, acorde a las condiciones del inmueble, la zona en la que se encuentra y la situación del mercado, es preferible recurrir a un avalúo. Pero si quieres hacerlo de forma independiente debes tomar como parámetro el valor de venta del inmueble; normalmente se fija como máximo entre el 0.8% y el 1% del valor de la casa como renta mensual, es decir, si tiene un precio de $1,000,000, podrás cobrar al mes $10,000 como máximo.
Sin embargo, este precio puede ajustarse de acuerdo a la zona en la que se encuentra la vivienda, así como la oferta y demanda.
Anuncia tu casa
Si decides recurrir a una inmobiliaria, la empresa se encargará de realizar todo lo necesario, desde anunciar la propiedad en renta, mostrar la vivienda e investigar a los posibles inquilinos, hasta realizar el contrato y cobrar mensualmente la renta.
Pero si tú quieres encargarte personalmente de todo el proceso deberás empezar por anunciar el inmueble a rentar, más allá de colocar un anuncio en la ventana de la casa. Una buena opción es recurrir a los sitios web de renta y venta de inmuebles o a los marketplace de las diferentes redes sociales.
Al momento de publicar tu anuncio, asegúrate de incluir descripciones detalladas sobre el inmueble y, sobre todo, buenas fotografías del lugar para llamar la atención de las personas que están en busca de un lugar para vivir. De la vista nace el amor.
El inquilino ideal
Al rentar probablemente pondrás tu propiedad en manos de completos extraños así que es importantísimo que sepas exactamente con quién estás haciendo negocios y asegurarte de que tenga solvencia económica para pagar.
Pide la identificación oficial del candidato a inquilino, solicita referencias y un aval que pueda hacer frente al pago de la renta o de los desperfectos que pueda causar el arrendatario en caso de que éste no responda.
Analiza bien tus opciones y si hay algo que no te cuadra con el posible inquilino, es preferible esperar a que llegue un mejor candidato.
Elabora un contrato
No dejes el asunto a la buena fe de las partes. Cuando rentas un inmueble es fundamental que se elabore un contrato en el que se especifiquen todas las condiciones en que se realizará el arrendamiento.
En el documento debe incluirse los nombres del arrendador y el arrendatario, la dirección del inmueble y su descripción, la duración del contrato, el monto de la renta mensual y la fecha de pago.
También se detallarán condiciones adicionales como si está permitido que en el inmueble vivan mascotas o si el inquilino debe hacerse cargo de las cuotas de mantenimiento si la propiedad se encuentra en condominio. Si el monto de la renta incluye servicios como el internet hay que incluirlo en el documento.
También es importante especificar qué ocurrirá en caso de falta de pago de la renta o si el inmueble presenta desperfectos provocados por el arrendatario.
Otras consideraciones
Al rentar un inmueble establece el pago de un depósito que pueda cubrir desperfectos provocados por el inquilino o el pago de servicios que haya dejado pendiente al momento de entregar la propiedad. Sin embargo, si la casa se entrega en las condiciones en que fue recibida y no existen adeudos, el depósito deberá ser regresado.
Establece también cómo se procederá en caso de que el inmueble requiera reparaciones. Lo ideal es que el inquilino notifique al propietario de la falla que se presenta para que éste pueda realizar los arreglos necesarios, pues cuando el arrendatario actúa por su cuenta y solo le presenta la factura, suele haber problemas entre ambas partes.
Finalmente, te recomendamos que te mantengas en contacto con el inquilino y al pendiente de tu inmueble para que sepas en qué y cómo se está utilizando.
