Uno de los argumentos más comunes que nos dan para invertir en bienes raíces es que la plusvalía de un inmueble se incrementa con el tiempo, lo que significa que tu patrimonio aumentará conforme pasen los años, algo que esperamos cuando se trata de nuestro dinero.
Pero ¿qué es la plusvalía? Cuando hablamos de bienes raíces, la plusvalía es el aumento del valor de un terreno o propiedad inmobiliaria a lo largo del tiempo.
El incremento del valor de una propiedad puede deberse a causas externas al inmueble y a sus usuarios; hablamos de factores como modificaciones urbanísticas en su entorno, la infraestructura y los servicios públicos. También está relacionado con las condiciones en que se encuentra la propiedad, su estructura y funcionalidad, así como los acabados, el mantenimiento y las remodelaciones.
A largo plazo, la inversión en bienes raíces se mantiene y genera una plusvalía con altos rendimientos.
Factores que incrementan el valor tu casa:
- Ubicación: El precio de una propiedad aumenta dependiendo de la zona en la que se encuentra: al estar cerca de centros de trabajo, escuelas, comercios, lugares de esparcimiento y servicios básicos como hospitales, el valor aumentará.
- Servicios públicos y privados: es importante que la zona en la que se encuentra el inmueble cuente con los servicios públicos básicos (drenaje, agua potable, electricidad, alumbrado público, pavimentación) y que tenga acceso a otros servicios indispensables como transporte, telefonía, internet, gas natural y televisión de paga.
- Desarrollos a futuro: Si la zona en la que quieres comprar está en desarrollo, es importante conocer los proyectos que están contemplados, pues esto puede influir tanto a favor como en contra de la plusvalía. ¿Cómo será este lugar dentro de unos años? Para responder esta pregunta, es necesario averiguar qué tipo de viviendas se construirán y el tipo de negocios que se instalarán.
- Vías de comunicación: Asegúrate de que la zona en la que quieres invertir cuente con vías de comunicación que conecten de forma eficiente con el resto de la ciudad, pues una propiedad amplia y preciosa, pero sin accesos sencillos, no será muy atractiva para invertir.
- Mantenimiento y remodelación: Hay que dar manteamiento a la propiedad de manera periódica y reparar todos los desperfectos que pueden surgir con el uso y el paso de los años: entre más tiempo dejes correr, un problema sencillo puede convertirse en uno complicado, obligándote a desembolsar una fuerte cantidad para evitar que la propiedad se devalúe. Es recomendable que cada cierto tiempo se pinten paredes interiores y exteriores, revisar instalaciones de agua, gas y electricidad, impermeabilizar el techo, limpiar la cisterna, cambiar pisos, herrajes, puertas y ventanas y reparar o sustituir el equipamiento del inmueble.
- Sin deudas: El inmueble también deberá estar al día en el pago de impuestos y servicios para evitar que su precio se devalúe.
Aunque general es cierto que la plusvalía de un inmueble aumenta con el tiempo, no siempre es así, pues algunos factores pueden provocar que el valor disminuya. Ciertas cosas quedan totalmente fuera de tu control (como que se instale una gasolinera a unos metros de tu propiedad); sin embargo, hay algunas muy importantes en las que tú sí puedes (y debes) intervenir, como es el mantenimiento regular de la propiedad.