whatsapp
whatsapp
arrow left Todos los artículos
19
Apr

Tips para el mantenimiento básico de tu casa

El mantenimiento frecuente de tu casa, tanto en su interior como en su exterior, brindará a sus habitantes un ambiente cómodo y seguro y, además, evitará que la propiedad se devalúe.

Para que tu casa sea cómoda, segura y perfectamente habitable es fundamental tener una cultura de revisión y mantenimiento constantes, de manera que puedas prevenir desperfectos e identificar riesgos antes de que se conviertan en costosos problemas.

No creas que el mantenimiento es algo en lo que solo debes pensar cuando tu casa ya tiene algunos años de construida; para evitar su deterioro es fundamental poner atención desde los primeros meses.

Por dónde empezar el mantenimiento de tu casa

Que una casa se conserve en buen estado no sólo depende de la calidad de la construcción y de sus acabados, requiere nuestra intervención directa.

Las dos cosas fundamentales para conservar en buen estado un inmueble son la limpieza y el orden.  Una vivienda que se mantiene limpia y ordenada se conservará durante más tiempo en condiciones óptimas y si seguimos normas comunes sobre el uso de los espacios, el mobiliario y las instalaciones ayudaremos a evitar su deterioro.

Evita acumular objetos que ya no te son útiles, pues te será más sencillo mantener tu casa organizada y limpia.

Y ya que hablamos de limpieza, vale la pena recordar aquellos rincones u objetos a los que normalmente no prestamos mucha atención pero que con el paso del tiempo van acumulando suciedad; nos referimos a cosas como las aspas de los ventiladores, los marcos de puertas y ventanas, molduras, los filtros del extractor, las paredes que quedan bloqueadas con muebles, lugares de almacenamiento y otros rincones de difícil acceso para las personas, pero que de igual manera se ensucian.

Revisión a las instalaciones

Las instalaciones eléctrica, de plomería y de gas son probablemente los elementos que requieren mayor atención cuando se trata del manteamiento de una vivienda, especialmente por cuestiones de seguridad.

Asegúrate de que las luces, tanto en el interior como en el exterior, funcionen adecuadamente y que estén libres de suciedad. Si detectas que algún contacto o apagador no está trabajando, es importante que lo soluciones tan pronto como sea posible, pues puede convertirse en una fuga que te incremente tu factura eléctrica.

Revisa los grifos y desagües, si detectas fugas o mal funcionamiento arréglalo de inmediato, ya que este tipo de problemas suelen traer complicaciones más serias y costosas si se dejan pasar.

Por lo menos una vez al año realiza la limpieza del aljibe para que no se acumulen sedimentos que pueden pasar hacia la tubería, pues la suciedad que puede llegar desde la cisterna irá disminuyendo la presión del agua en los grifos y en la ducha.

Si detectas algún problema complejo en las instalaciones de luz, gas o agua es conveniente recurrir a un profesional para que sea quien revise y solucione el problema.

Paredes, techos y pisos

Inspecciona periódicamente el estado de las paredes, pisos y techos para que puedas encontrar humedades, grietas o huecos, problemas que si son detectados a tiempo pueden tener un arreglo más sencillo y evitar así que se conviertan en complicaciones que requieran una fuerte inversión para solucionarlos.

No olvides que pintar e impermeabilizar periódicamente son dos tareas muy importantes para la conservación de un inmueble además de que le darán una mejor apariencia. Antes de pintar, asegúrate que no existan humedades, de ser así, repáralas antes de continuar con la pintura.

Mantén el techo limpio y los desagües libres de obstrucciones. Evita que se estanque el agua de lluvia, y si detectas que es un problema cotidiano, será necesario buscar la ayuda de un especialista para que solucione el problema de fondo y evitar que produzca humedad dentro de la casa.

Tareas sencillas que te evitan dolores de cabeza

  • Si tienes una rutina de mantenimiento con pequeñas tareas cotidianas, evitarás tener que contratar a otras personas para realizar reparaciones. No se trata de que realices complicadas revisiones a la instalación eléctrica, sino de acciones sencillas como:
  • Ajustar las cerraduras, tornillos y clavos. Estos elementos se van aflojando poco a poco y si no los revisamos periódicamente pueden provocar algunos accidentes.
  • Limpiar los azulejos y mosaicos de baños y cocina sin olvidar de las uniones, pues el moho puede propagarse fácilmente debido a la humedad.
  • Las puertas y ventanas sufren desajustes por el uso continuo así que es importante revisar con regularidad que corran adecuadamente y que cierren completamente.
  • No olvides el mantenimiento del jardín. Realiza su limpieza cotidianamente y no dejes que el césped, árboles y arbustos crezcan descontroladamente, pues no sólo darán mala apariencia, sino que pueden generar la proliferación de moscos y animales.

Otras recomendaciones para el mantenimiento de tu vivienda

  • Revisa tu casa al menos dos veces al año para que localices posibles desperfectos antes de que sean más graves.
  • Las reparaciones de la casa se deben realizar tan pronto como sea necesario para evitar que el daño (y el costo) sea mayor.
  • Haz una lista de las reparaciones y tareas que son necesarias en tu casa y prioriza su nivel de urgencia para que puedas planificar tus gastos.
  • Muchas de las tareas de mantenimiento las puedes realizar tú sin mayores complicaciones, pero cuando se trata de cuestiones sensibles como las instalaciones de luz o gas, es preferible recurrir a un especialista.

Nuestra vivienda suele ser una de las mayores inversiones que realizaremos a lo largo de la vida por eso es muy importante conservarla en buen estado, lo que nos garantizará que sea segura, habitable y, sobre todo, que haga nuestro tiempo en casa más agradable.