Cuando queremos obtener un préstamo hipotecario contar con un buen historial crediticio es fundamental, pues la institución financiera con la que estamos tratando lo evaluará cuidadosamente para saber si tenemos la capacidad de afrontar este tipo de compromiso.
Para el banco que te prestará una considerable suma de dinero para comprar tu vivienda no solo es importante comprobar tu nivel de ingresos, sino también saber cómo ha sido tu comportamiento al liquidar otros préstamos, por ejemplo, en el pago de tus tarjetas o de un crédito personal.
¿Qué es un historial crediticio?
Se trata de un informe que muestra el registro pormenorizado de tu comportamiento con todos los créditos que has solicitado a instituciones bancarias. Este reporte detalla el número de créditos que has recibido, la periodicidad de los pagos, la puntualidad en el pago y si existe un saldo pendiente por cubrir.
Si estás pensando en solicitar un préstamo hipotecario, estos consejos te ayudarán a mejorar tu historial crediticio, para que el banco te considere un buen candidato y el proceso sea un poquito menos complicado:
Paga a tiempo. Realizar tus pagos con puntualidad es de mucha ayuda para comprobar a la institución bancaria que cuentas con solidez financiera y que te comportas responsablemente en el manejo de tus obligaciones. Lo recomendable es que no dejes vencer tus pagos y cubras siempre el monto completo o al menos el pago mínimo. A todos nos pasa que alguna vez se nos olvida realizar un pago, pero tranquilo, eso no afectará tu historial al menos que se convierta en una situación recurrente.
No te excedas en el uso del crédito. Los expertos nos recomiendan que el total de nuestras deudas (tarjetas de crédito, préstamos personales, hipotecas) no excedan nunca el 30% de nuestros ingresos. Un consejo clave es que antes de solicitar cualquier crédito analices tu capacidad de pago real, tomando en cuenta los gastos fijos que debes hacer cada mes y considerando un ahorro para imprevistos. De esta manera sabrás cuánto es lo que puedes pagar mensualmente por un crédito. Sé honesto con este análisis, pues contraer más obligaciones de las que puedes enfrentar, indudablemente afectará tu capacidad de pago y en consecuencia, tu historial crediticio.
Paga más del mínimo. Al pagar solo el mínimo requerido de un crédito estarás aumentando tu deuda considerablemente, porque solo estarás pagando intereses en lugar de abonar a la deuda. Esta situación no solo te hará pagar más, sino que afecta tu historial de crédito.
No cierres cuentas antiguas. Mantén activas tus tarjetas de crédito más antiguas, pues un historial de crédito más largo te dará mejores calificaciones en el reporte. Al cerrar, por ejemplo, tu primera cuenta o tarjeta, estarás recortando tu historial crediticio, por eso es importante que la mantengas activa y la utilices con moderación, realizando los pagos puntualmente.
Si no tienes tarjeta de crédito, solicita una. Las tarjetas de créditos usadas de manera responsable son una excelente manera de hacer puntos positivos en tu historial de crédito. Antes de solicitar un préstamo mayor como el hipotecario, es una buena idea tramitar una tarjeta de crédito, pues eso te ayudará a demostrar ante el banco cómo te comportas en el manejo de préstamos. Una opción para los primerizos es aplicar para una tarjeta departamental, pues las tiendas suelen ser menos estrictas al momento de autorizarlas.
Corrige errores. La Condusef nos recuerda que tenemos derecho a solicitar de manera gratuita una vez al año un informe de nuestro historial ante el Buró de Crédito. Si al revisarlo detectas algún error, debes iniciar de inmediato un proceso de aclaración para evitar que se convierta en un problema que te aleje de tu meta de conseguir un crédito importante.
Finalmente, recuerda actuar responsablemente con cualquier instrumento de crédito, pues cada acción generará una calificación que se verá reflejada en tu historial y que puede afectar tu capacidad para recibir créditos durante mucho tiempo
