Las mascotas pueden ser adorables, pero incluso las más lindas y amigables pueden causar daños en tu hogar, desde desperfectos moderados hasta grandes desastres.
Parte de la experiencia de tener una mascota es lidiar con los daños que pueden causarle a tu casa. Y sí, aunque no tengan la intención de orinar en la alfombra, destrozar el sofá o rascar las paredes, la realidad es que algunas veces pueden ser destructivas y reparar los desperfectos puede ser costoso, por eso es preferible tomar medidas para prevenir.
La clave está en educar a tu mascota desde pequeña y brindarle estimulación, así como instalaciones adecuadas para que esté entretenida y sea feliz y saludable. Estos consejos te ayudarán a lograrlo:
- Tanto los perros como los gatos necesitan tiempo regular de juego para mantenerse activos y evitar que descarguen su energía nerviosa en tus pisos, muebles, ropa y... bueno, prácticamente cualquier cosa que llame su atención.
- Un perro aburrido puede ser la causa de numerosas reparaciones en el hogar. Si tu perro está mordiendo muebles o haciendo agujeros en las paredes, lo más probable es que esté aburrido. El ejercicio ayudará a tu perro a gastar su energía por lo que estará demasiado cansado para comerse tu sofá. Además, enseñarle trucos a tu perro le dará la estimulación mental que necesita.
- Cubrir tus muebles con protectores plásticos transparentes es especialmente útil cuando tienes gatos, pero también son de gran ayuda para evitar que tu perro llene de pelo u orine los muebles tapizados.
- Evalúa las áreas de tu casa propensas a daños; por ejemplo, si a tu mascota le gusta mirar por la ventana, instala persianas resistentes o bien, manténlas abiertas durante el día para que no las dañe. Si tienes pisos de madera, puedes colocar alfombras de bajo costo en las áreas problemáticas y mantén las uñas de tu perro recortadas para evitar rasguños.
- Rascar es necesidad biológica de los gatos, les ayuda a afilar sus garras, a marcar territorio y -como beneficio adicional- a mantenerse en forma. Así que no trates de evitar que hagan algo que es completamente parte de su naturaleza. Lo que debes hacer es proporcionarle postes para rascar, incluso puedes colocar material que puedan arañar en paredes y molduras. Los rascadores de cartón son baratos y duran mucho tiempo. Si tu gato está arañando superficies prohibidas, redirígelo hacia el poste para rascar con un firme "¡No!" y muévelo a la superficie de rascado. Puedes utilizar aerosoles atrayentes para llevarlos al rascador.
- Incluso los perros mejor educados ocasionalmente tienen un accidente si los dejas adentro por mucho tiempo o si padecen alguna enfermedad. Si tu perro está educado y de pronto comienza a tener accidentes con frecuencia, busca atención veterinaria para descartar problemas. Si no está enfermo, probablemente esté actuando por despecho y orinar en tus muebles es su forma de expresar su disgusto por el nacimiento de un bebé, la llegada de una nueva mascota u otros cambios en su relación contigo.
- Los olores a orina de perro o gato no solo son desagradables, también pueden confundir a tu mascota haciéndole pensar que está bien seguir haciendo lo suyo en ese lugar. Si estás teniendo problemas para deshacerte del olor a orina, compra un limpiador enzimático, los cuales contienen bacterias que se alimentan del amoníaco y otros materiales orgánicos presentes en los desechos y vómitos de las mascotas. No olvides limpiar de inmediato la orina, pues el ácido que contiene puede provocar daños irreparables si tardas en retirarla.
- Si tienes más de un gato, debes tener al menos una caja de arena por minino, especialmente si no se llevan bien. Si un gato está acosando a otro, podría vigilar la caja de arena y evitar que el otro la use; si ese es el caso, coloca varias cajas de arena en lugares diferentes. Otro consejo: limpia la caja de arena todos los días, pues los gatos prefieren usar arena nueva o al menos limpia.
- La ansiedad por separación es una de las razones por las que tu perro puede destruir cosas mientras estás fuera de casa. Y contrario a lo que creemos, hacer un gran alboroto al saludar a tu perro cuando regresas puede reforzar la idea de que tu partida es un acontecimiento difícil. Para ayudar a tu mascota a romper con la ansiedad por separación, entrénalo siguiendo tu rutina de salir: ponte la chamarra, toma tus llaves y sal; regresa unos minutos más tarde e ignora la emoción de tu perro al verte. Eventualmente, se dará cuenta de que tu partida no es gran cosa porque volverás y así romperás el círculo vicioso de salida-destrozos.
Las mascotas pueden causar un gran daño en alfombras, pisos, muebles e incluso en paredes y molduras. Por supuesto, el mejor consejo para evitar este tipo de situaciones lamentables es educar a tu mascota desde que es pequeña, pero al tomar algunos pasos simples, tus lomitos y tú pueden evitarse disgustos y continuar viviendo felizmente.